Thursday, September 21, 2006

Por Dark Ikari

Caminando vagamente, sin rumbo fijo, un muchacho se pierde en la
>oscuridad de la noche. Su respiración entrecortada marca lo que fue
>un gran esfuerzo por huir.
>
>*Todo terminó*
>
>Era lo único que resonaba en su cabeza. Cuando no pudo más y el frío
>empezó a golpearlo, decidió que era momento de descansar, y
>escondiéndose en un callejón se permitió tomar un respiro de
>tranquilidad. En sus manos sólo quedaba un documento, su cédula.
>
>Sin remordimientos tomó un fósforo y la quema (no entiendo eso), desterrándose a sí
>mismo de su propia identidad, su nombre, su pasado, su familia.
>
>La Familia a la que nunca comprendió, y la que tampoco se tomó la
>molestia de comprenderlo, de haber sido así, nunca hubiese pasado lo
>que pasó esa tarde.
>
>----
>Mientras el calor tomaba el ambiente del local, Carlos subía y
>bajaba las escaleras, no había sido el mejor día, ya que la molestia
>de su padre estaba a más no poder.
>
>Chocando constantemente porque ninguno de los dos quería cederle el
>paso al otro, hizo que poco a poco el enojo creciera a tal punto que
>era cuestión de tiempo para atacar…

>El momento llegó…
>
>Un paso por la escaleras, un insulto “animal”, y una contestación
>“marica” hicieron que su padre, próximo a salir de ahí se diera
>media vuelta cual bestia a embestirlo con fuerza.

>El odio en su mirada era obvio; y sus palabras, argumentos de padre
>que no busca –mas sí exige- respeto, se hicieron presentes.
>
>Cuan molesto todo, 2 puntos de vista diferentes, que ninguna
>apreciaría, el padre por creer que todo debía ser a su manera, y el
>hijo porque hace mucho tomo la decisión DE que sin importar qué fuese o
>quien fuese, lo trataría como simple persona.
>
>La pelea termino cuando los llantos se escucharon por ahí y Carlos en las
>escaleras quedó, serio, con mirada perdida, los llantos no venían de
>él, mas sí de su madre, cosa que lo lastimaba aun mas.
>
>“Que se largue de la casa, no lo quiero ver mas”.
>
>Y sin mas que hacer tomo la decisión de irse, mucho antes de que
>ellos siquiera se lo dijeran, aun mucho antes de que recapacitaran, el
>muchacho se despojó de aquello que lo unía a ellos, cosas banales
>como un celular y unos documentos, lo único que conservó consigo fue
>su cédula.
>
>Partió sin rumbo fijo a esperar el momento
>---
>
>Mientras el fuego consumía la cédula, él se puso a pensar qué hacer,
>no tenia a nadie, no había trabajo ni lugar a donde ir,
>preocupaciones que empezaron a apoderarse de el, de pronto su
>respuesta llegó con sonidos de balas.
>
>Frente a el unas personas estaban asaltando, tenían maniatados a los
>dueños del local mientras tomaban lo de la caja registradora.
>
>“La ultima pelea” pensó el.
>
>Sin dudarlo entró, pateando la puerta, las armas se dirigieron (hacia) a él,
>se miraron por unos instantes en los que uno esperaba el movimiento
>del otro.
>
>“Renuncié a todo, puedo hacerlo”, avanzó sin importar que le
>gritaron, sin importar que con cada paso ellos apretaban un poco mas
>el gatillo, sin importar su familia, amigos ni siquiera…
>
>Pum
>
>No importaba más, 3 tiros, uno en el pecho, cuello y estómago lo
>tumbaron al piso, la sangre manaba de su boca y de las heridas.
>
>Dolor que recorre mi ser, brindas a mí la oportunidad más grande a
>cambio de un simple cuerpo.
>
>“Terminó todo, podré descansar…para…siempre”.
>
>Pasó tan rápido que del susto huyeron, los que estaban ahí trataron
>de llamar a los médicos, mas era imposible, cuando llegaron solo
>tenían un cadáver que recoger, un cadáver extraño para ellos.
>
>Era la primera vez que veían un cadáver sonreír.